Y nos recuerdan que los milagros y el amor siempre están presentes en nuestra vida.
¿Entonces por qué traemos duda y manifestamos carencia?
¿Por qué sentimos miedo y no confiamos en nuestro proceso?
Los Ángeles me cuestionan un montón de veces, pero cada vez que lo hacen traen su luz a mi vida y me llenan con sus sabios consejos. Lejos estoy de sentirme iluminada o especial, muchas veces dejo de escuchar a mi corazón y el ego incasable retoma el control de mi ser generando desconfianza en el plan y en el amor del Universo.
Mi “Ego” me hace creer que él es el único capaz de dirigir mi vida, pero hoy he aprendido que cuando lo hace solo trae miedo, sensación de carencia y mucha negatividad.
Desde hace muy poco tiempo, tengo la certeza que mi espíritu hace un llamado silencioso en esos momentos y pide señales a los Ángeles, porque siento que esas señales llegan y puedo confiar en ellas. Estos hermosos seres me muestran una y otra vez que a pesar de todo, el plan de Dios siempre ha estado ahí y me lo han mostrado muchas veces. De todas formas algunas veces me vuelvo a llenar de miedos y de dudas, creo que es normal en mi proceso de aprendizaje, de evolución y de despertar.
Con este pequeño artículo solo quiero transmitir un mensaje muy simple.
“Cuando te sientas asfixiado por la situaciones discordantes, siente el aire, porque siempre ha estado allí para ti, para que respires, para que te llenes con él, aunque es invisible, lo puedes sentir, cuando sientas que llegan las nubes de carencia y miedo, solo pide ayuda, seguro siempre abra un ángel cerca dispuesto a devolverte tu paz. No pierdas el tiempo deseando ser como otros, tener lo de otros, hacer lo que otros hacen. No preguntes si te hemos olvidado, déjanos actuar en tu vida”
Y por último les dejó un consejito muy mío, agradece cada día a los Ángeles y seres de luz que te asisten, no importa si los sientes, los ves o los escuchas o si aún no lo haces, ten la absoluta confianza que ellos están a tu lado y nunca te dejan sola.
Son esos amigos que estarán en las buenas y en las malas contigo.
Catalina Restrepo Aristizabal
